Un puente sobre el Tíber

El río Tíber, eje central de la historia y del territorio de la región Lacio, también se configura, desde la fundación de la ciudad de Roma, como un recurso que cubre varios ámbitos.

Además de su importancia hídrica, el río también representa un “eje” multidisciplinar: ambiental, arqueológico, urbanístico, arquitectónico, cultural, artístico, deportivo y recreativo.

Roma Capital, en un intento por consolidar su relación secular con el Tíber, pretende extender su importancia hacia el interior del territorio y crear con toda la región Tiberina un continuo intercambio de conocimiento, objetivos y sinergias.

La región Tiberina, además de incluir a Roma como centro privilegiado y natural, también abarca 6 Regiones italianas, 12 provincias y  varios cientos de pueblos y ciudades. La región, atravesada por las aguas del Tíber y sus afluentes, se articula en llanuras, colinas y montañas, y ofrece a sus visitantes y habitantes un aspecto variado y característico que se relaciona con la Capital.

Recorriendo las vías del agua se puede construir una relación virtuosa entre la grande metrópolis y los centros –más o menos pequeños – de su territorio circundante,  creando un itinerario cultural y recreativo típica a poca distancia de la Capital, dirigido a los romanos, los habitantes de toda la región y los turistas que lo deseen.

Con esta finalidad, la Administración local romana y el Consorcio Tiberina (Agencia de desarrollo para la valorización integral y coordinada de la Cuenca del Tíber) han firmado un acuerdo que coloca el Tíber como el eje central del mismo, alrededor del cual se articularán todas las actividades relacionadas con él, según los principios de integración horizontal y vertical típico de todos los territorios locales.