Basílica de Santa María de los Angeles y de los Mártires
El templo que podemos apreciar hoy en día, en realidad era la enorme antecámara y el tepidarium de las Termas de Diocleciano, como puede intuirese de las ocho gigantescas columnas de granito egipcio de 14 metros de altura por 1,5 metros de diámetro.
Lo que más sorprende del interior de la Basílica es su doble meridiana, trazada sobre el pavimento del transepto: los rayos del sol filtran por un orificio situado a la derecha de la ventana que se halla sobre la entrada de la nave derecha y su luz indica la posición de la estrella polar y la hora exacta de cuando el astro está en su cénit (mediodía solar)
Esta meridiana, inaugurada por el Papa Climente XI en el año 1.702, continuó a usarse como guía para todos los relojes de la ciudad hasta el año 1.846.